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Un actor importante de la economía circular
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¿Sabía que su teléfono móvil es una auténtica mina de oro? Boliden Rönnskär es una de las principales fundiciones del mundo en la recuperación de metales de los dispositivos electrónicos desechados. Tras la fundición, las placas de circuitos se convierten en metal puro que se puede utilizar en productos nuevos. El proceso consume mucha energía, pero ahora, con la ayuda de Atlas Copco, la fundición va por el buen camino para reducir su consumo de energía en más de 1 millón de kWh al año.
A diferencia de otros materiales, los metales pueden reutilizarse una y otra vez sin que pierdan significativamente sus propiedades. La planta de Boliden Rönnskär situada en las afueras de Skellefteå, una ciudad del norte de Suecia, es una de las principales plantas a nivel mundial en cuanto al reciclaje de metales procedentes de dispositivos electrónicos. Estos metales se encuentran, por ejemplo, en los teléfonos móviles y las placas de circuitos desechados, por lo que Boliden Rönnskär desempeña un papel fundamental en la economía circular. La planta se fundó en 1930 para procesar el mineral de las minas cercanas en metales como cobre, plata y oro. En la actualidad, Boliden Rönnskär es una de las fundiciones más grandes y eficientes de Europa.
Muchos de los procesos de la fundición requieren grandes cantidades de aire comprimido, lo que supone una gran demanda de eficiencia energética y seguridad operativa de los compresores. El proceso de fundición tiene estrictos requisitos internos relacionados con las emisiones de dióxido de carbono. Tanto la legislación medioambiental sueca como la europea exigen reducir al mínimo el impacto en las personas y en el medioambiente mediante el uso de la tecnología más eficiente posible.
En 2014, Boliden Rönnskär tuvo que cambiar varios de los antiguos compresores por modelos de mayor eficiencia energética. Los compresores de la fundición funcionaban bien, pero los miembros del equipo de aire comprimido tenían la convicción de que se conseguirían grandes mejoras cambiando las máquinas de velocidad fija existentes por otras nuevas con accionamiento de velocidad variable (VSD).
Para obtener una idea clara de las necesidades de aire comprimido en las distintas secciones de la planta, Boliden Rönnskär emprendió una auditoría energética (AIRScan) junto con Atlas Copco. Se instalaron once puntos diferentes para medir la compresión y el caudal en determinadas partes del sistema de aire comprimido. Las mediciones se realizaron durante dos semanas con la fundición a pleno rendimiento.
Los resultados se sometieron al análisis de los asesores energéticos de Atlas Copco. El estudio demostró que la instalación de aire comprimido existente era muy eficiente desde el punto de vista energético, muy por debajo incluso de las directrices de la agencia sueca de energía, pero también que los miembros del equipo de aire comprimido tenían toda la razón: al invertir en compresores de accionamiento de velocidad variable y en un sistema centralizado, la fundición podría reducir su consumo de energía en 850 000 kWh al año en una primera fase. Teniendo en cuenta los requisitos de caudal, la compresión y la superficie disponible, Atlas Copco presentó una propuesta para sustituir tres máquinas de velocidad fija antiguas por dos compresores ZR500VSD VSD.
También se solicitó que Atlas Copco realizara una medición de seguimiento después de instalar los nuevos compresores y el sistema de accionamiento ES360. Pudo confirmarse que el consumo de energía se redujo según lo previsto y que Boliden Rönnskär no solo reducía sus costos, sino también sus emisiones contaminantes en el equivalente a 11 toneladas de dióxido de carbono* al año. El ahorro total también supuso una reducción considerable de los costos de servicio.
El cuidado del medioambiente y la sustentabilidad han ocupado siempre un lugar destacado en la agenda de Boliden Rönnskärs, y la fundición está invirtiendo continuamente en mejoras tecnológicas. En 2022, otra máquina de velocidad fija antigua se sustituyó por un compresor de tornillo exento de aceite modelo ZR750, lo que ha resultado en un ahorro de energía adicional de unos 200 000 kWh al año. Este cambio también se traducirá en una reducción de los costos de servicio. En dos o tres años se habrá sustituido toda la maquinaria original, con lo que Boliden Rönnskär espera ahorrar más de 1 millón de kWh al año en comparación con la situación anterior a la primera auditoría energética de 2014.
*El cálculo se basa en una estimación de emisiones de 13 g de CO2 equivalentes por kWh.
Photo credit: Boliden AB